Volviendo de casa
Fin de semana en mi tierra, tan apretado de actividades que no he podido hacer lo que más me gusta cuando vuelvo a casa: ver a los amigos. No he podido encontrarme con nadie: salvo un abrazo fugaz con Úrsula en una de las casetas del pulpo, con respecto a los reencuentros es como si hubiese pasado estos días en cualquier otro sitio.
La cosa empezó mal el viernes: llegamos a Lugo a las dos de la madrugada a consecuencia del atasco monumental que se montó a la salida de Madrid. Mi padre estaba preparado para salir a cenar, y tuvimos que llamarle a mitad de camino para decirle que se olvidase de nosotros: cenaríamos de camino, y llegaríamos cuando la suerte lo permitiese.
El sábado por la mañana amaneció lluvioso... y tardío. Tiempo justo para ir a la peluquería, comer algo rápido y hacerme una foto con una camiseta para promocionar Lugo. Es una iniciativa del diario El Progreso, y se trata de que los lucenses luzcamos una camiseta con el lema "Soy de Lugo y no lo niego", en mi caso, escrito en inglés:"I´m from Lugo and don´t deny it".
Luego me voy a la boda de mi primo, Suso, en La Coruña. Reencuentro con la familia, abrazos, besos, batallitas varias, recuerdos de infancia entre los primos. Una ceremonia preciosa en la Colegiata, oficiada por un compañero de micrófono en Al sur de la Semana: el padre Ángel. Regresamos a Lugo a las cuatro de la madrugada. Cruzamos la ciudad en fiestas, entre rechiflas más o menos afortunadas de los botelloneros.
Al día siguiente celebramos en familia el Domingo de las Mozas. Me paso el día con mi padre, mi hermana y mis sobrinos, que están como motos con el ambiente festivo. Paseo con ellos por las barracas, y me llama la atención de que, a pesar de que los críos conocen dos o tres parques temáticos, incluído Eurodisney, les sigue ilusionando dar vueltas en el Tren de la Bruja, donde un payaso cotroso les arrea con un plumero. El tren es el mismo en el que me montaba yo - quizá el payaso cotroso también sea el que me dio escobazos durante los años de infanci - y también es el mismo el carrusel de caballitos. No resisto la tentación de acompañar a Marta y a Nachete en mi viaje en el tiovivio, y recuerdo los versos de Machado: "Pegasos, lindos pegasos / caballitos de madera / Yo conocí, siendo niño / la alegría de dar vueltas / en un corcel colorado / en una noche de fiesta... " Es bonito pensar que en estos tiempos, cuando los niños tienen más cosas, mejores juguetes y muchos más estímulos, siguen emocionándose con un caballo de madera que sube y baja al compás de la música.
Comemos el pulpo en las casetas; cientos de personas aguardan su turno, y puedo ver como el presidente de Cantabria se lleva las ovaciones de la parroquia. Sin comentarios.
Luego, visita a casa de mis tíos, y otra vez al ferial. Paseos por la calle atestada sin separarme de mi hermana y los críos: mi cuñado no está con nosotros, y a ver quien es el guapo que se maneja solo con dos niños entre un gentío considerable. Voy dejando para más adelante lo de llamar a los amigos, sospechando que esta vez no voy a ver a nadie.
Hoy, lunes, Feria Medieval. Mis sobrinos, fascinados con la exposición de aver rapaces - no sé qué pintan un buítre o un mochuelo en una exhibición de cetrería - no quieren dar un paso. Luego toca el turno al herrero, y después a los alfareros. Marta alucina con el torno y se empeña en hacer fotos a los cacharros "porque quedan preciosos". Luego le explico qué es un juglar, y de donde salen las coplas de ciego. Compramos filloas calientes y jugamos en una tómbola donde nos dan a elegir entre tres premios. Cómo serán de birriosos, que hay una Hello Kitty y mi sonrina no la quiso...
Comemos juntos, y salgo hacia Madrid a las cinco de la tarde. Ha sido un viaje raro donde han faltado algunas cosas. Me quedo con el recuerdo del viaje en tiovivo, de los ojos de los niños mirando la fragua del herrero y el aire de triunfo de los dos al bajar de un coche de bomberos de pega. El mismo, exactamente, que tenia yo hace treinta y tantos años.
La cosa empezó mal el viernes: llegamos a Lugo a las dos de la madrugada a consecuencia del atasco monumental que se montó a la salida de Madrid. Mi padre estaba preparado para salir a cenar, y tuvimos que llamarle a mitad de camino para decirle que se olvidase de nosotros: cenaríamos de camino, y llegaríamos cuando la suerte lo permitiese.
El sábado por la mañana amaneció lluvioso... y tardío. Tiempo justo para ir a la peluquería, comer algo rápido y hacerme una foto con una camiseta para promocionar Lugo. Es una iniciativa del diario El Progreso, y se trata de que los lucenses luzcamos una camiseta con el lema "Soy de Lugo y no lo niego", en mi caso, escrito en inglés:"I´m from Lugo and don´t deny it".
Luego me voy a la boda de mi primo, Suso, en La Coruña. Reencuentro con la familia, abrazos, besos, batallitas varias, recuerdos de infancia entre los primos. Una ceremonia preciosa en la Colegiata, oficiada por un compañero de micrófono en Al sur de la Semana: el padre Ángel. Regresamos a Lugo a las cuatro de la madrugada. Cruzamos la ciudad en fiestas, entre rechiflas más o menos afortunadas de los botelloneros.
Al día siguiente celebramos en familia el Domingo de las Mozas. Me paso el día con mi padre, mi hermana y mis sobrinos, que están como motos con el ambiente festivo. Paseo con ellos por las barracas, y me llama la atención de que, a pesar de que los críos conocen dos o tres parques temáticos, incluído Eurodisney, les sigue ilusionando dar vueltas en el Tren de la Bruja, donde un payaso cotroso les arrea con un plumero. El tren es el mismo en el que me montaba yo - quizá el payaso cotroso también sea el que me dio escobazos durante los años de infanci - y también es el mismo el carrusel de caballitos. No resisto la tentación de acompañar a Marta y a Nachete en mi viaje en el tiovivio, y recuerdo los versos de Machado: "Pegasos, lindos pegasos / caballitos de madera / Yo conocí, siendo niño / la alegría de dar vueltas / en un corcel colorado / en una noche de fiesta... " Es bonito pensar que en estos tiempos, cuando los niños tienen más cosas, mejores juguetes y muchos más estímulos, siguen emocionándose con un caballo de madera que sube y baja al compás de la música.
Comemos el pulpo en las casetas; cientos de personas aguardan su turno, y puedo ver como el presidente de Cantabria se lleva las ovaciones de la parroquia. Sin comentarios.
Luego, visita a casa de mis tíos, y otra vez al ferial. Paseos por la calle atestada sin separarme de mi hermana y los críos: mi cuñado no está con nosotros, y a ver quien es el guapo que se maneja solo con dos niños entre un gentío considerable. Voy dejando para más adelante lo de llamar a los amigos, sospechando que esta vez no voy a ver a nadie.
Hoy, lunes, Feria Medieval. Mis sobrinos, fascinados con la exposición de aver rapaces - no sé qué pintan un buítre o un mochuelo en una exhibición de cetrería - no quieren dar un paso. Luego toca el turno al herrero, y después a los alfareros. Marta alucina con el torno y se empeña en hacer fotos a los cacharros "porque quedan preciosos". Luego le explico qué es un juglar, y de donde salen las coplas de ciego. Compramos filloas calientes y jugamos en una tómbola donde nos dan a elegir entre tres premios. Cómo serán de birriosos, que hay una Hello Kitty y mi sonrina no la quiso...
Comemos juntos, y salgo hacia Madrid a las cinco de la tarde. Ha sido un viaje raro donde han faltado algunas cosas. Me quedo con el recuerdo del viaje en tiovivo, de los ojos de los niños mirando la fragua del herrero y el aire de triunfo de los dos al bajar de un coche de bomberos de pega. El mismo, exactamente, que tenia yo hace treinta y tantos años.
13 comentarios:
A mi también me sigue asombrando lo que disfrutan los niños en un tiovivo, en un tren o simplemente saltando en unas gomas elásticas.
Yo tengo un enano de 9 años y aunque ya lo veo mayor, no hay fiestas de Cangas en las que no repita montado a caballo. Además es que lo disfruta como si fuera en uno de verdad.
Me gusta. Por unos momentos se olvida de máquinas, consolas, ordenadores, y demás artefactos.
Hola, Marta: Bienvenida de Lugo a Madrid, de nuevo. Aunque me sabía todo tu periplo y estancia en Lugo
(Marga es mi fidedigna confidente)
incluso hablé brevemente con Susana
no obstante he leído con atención y
afecto tu bitácora. En relación con
vuestro ralentizado viaje a Lugo...
te recuerdo la frase (busca: way) del Collins: "it isn't the way to Lugo" (por aquí no se va a Lugo).
Sin más, recibe un abrazo. PEPE B.
Bueno, es que Lugo tiene una de cacharritos para los niños impresionante. Desde aquí, desde Santiago, se acerca mucha gente a llevar a los niños a las atracciones.
Mi hijo de tres años disfruta como un enano con esas cosas. Creo que en estos momentos es lo que más le gusta del mundo. Se le pone una cara de felicidad impagable (bueno, impagable no, porque bien caras que son esas cosas...).
Bueno Marta, aunque te haya sabido a poco, ¡que bueno volver a casa!
Yo también tengo esa sensación cuando subo a Laurita, Arturo no se atreve, pero este año creo que se ha subido un millón de veces.
Te echamos de menos.
Se acerca Santa Teresa, feliz aniversario, Marta.
Una de mis amigas tiene una niña de cinco míseros años. La niña es lista, habladora y agotadora.Hasta ahí, bien. Pero he aquí que este año en las barracas no pedía ni caballitos ni trenecitos...ella quiso coches de choque para adultos y otros artilugios "para mayores" en los que la dejaron subir siempre y cuando fuese acompañada. Y yo, le pregunté qué iba a hacer para el año que viene, el siguiente, y dentro de otros cinco años para contentarle las fiestas... cómo le pueden los mismos padres, dar alas para saciar su aburrimiento infantil...
Cristina.
Marta es un auténtico placer leer tus blogs, transmites muchos sentimientos en ellos. Ya sabes que soy una incondicional tuya, pero no por ello quiero dejarlo de decir.
Mis niños ya han crecido , pero han disfrutado ( y siguen disfrutando) tanto de fiestas de pueblo y de sus tiovivos, coches de choque, algodones dulces, trenes de brujas, fuegos artificiales etc...
Espero y deseo que guarden para siempre en su memoria ese recuerdo, yo lo tengo y me llena de felicidad.
un beso, sonia
pues que es un juglar y de donde salen las coplas de ciego?
pregunto
son cinco ,no "los cinco"y se reunen a las ocho y media en la esquina enfrente a mi ventana principal,permanecen alli hablando mas tiempo del que he visto ultimamente a nadie haceren una calle(sino se trata de algun comercio callejero o "simples" vagabundos),
la primera vez que los vi en penumbra pense que eran extranjeros por su extraño movimiento gestual,el siguiente domingo baje cruce la calle y pege la oreja,son sordomudos,
se quedan alli las tarde de los domingos hasta que se hace de noche,HOSTIA que alegria desprenden,son jovencitos/as,educados y silenciosos y no salen huyendo unos de los otros;se interrumpen tb claro,
igualito que los botelloneros de urbanizacion pienso yó
Santiago FR (Donsion-Fontao)
Desde las minas.
Debimos viajar juntos a Madrid...al menos desde la provincia de Zamora... Viajé a Madrid esta semana, hoy volví a Lugo, y tambien comeré el pulpo de nuevo, ya lo hice la semana pasada, como siempre, buenisimo, mas por el hecho social, el reencuentro con los amigos, que por la calidad en si del pulpo y la carne al caldeiro.
Visité el Hotel Kafka, me gustó, aunque no está abierto a personas como yo, que solo quieren disfrutar un rato en la capital. Aún asi, se ve claramente que es un lugar especial, de esos en los que me gusta perder y ganar al tiempo. Cena en restaurante en Chueca, "El Armario", lo conoces?. A mi me gusta encontrar sitios nuevos, y una copa en "Misa de doce". Bueno, la verdad es que disfruté los tres dias en la capital.
Una nota.. por que sin comentarios del presidente de Camtabria...
No son todos iguales, y creo que el señor Revilla, es un buen presidente, mientras no descubra lo contrario, parece honesto, sencillo y trabajador. Un ejemplo...de momento.
Un abrazo.
Santiago FR.
Si te has recordado en ese túnel del tiempo no perdido que acampa todos los años en el San Froilán
si has cuidado de unos niños y procurado que riesen como tú lo hacías hace más de 30 años,
has hecho amigos para que dentro de 30 años te lleven a las barracas y el tiovivo continuará allí, con aquel brillo del Tobaris de siempre, por mucho que las modas cambien y coloquen paneles novedosos .
Has estado con amigos infinitos y ninguno entre los otros, seguro, ha querido interrumpir tu baño en el tiempo de San Froilán con tu familia .
Y seguro, además, que habrás empujado para volver hacia atrás a tus tíos, a aquellos tiempos en que te llevaban a las barracas, tan cerca de la casa de los abuelos .
Nota:no vi la camiseta, pero si no pone "no lo niejo" no me sirve .
Un abrazo .
SEito.
Puedo preguntar que significa "cotroso"? Muchas gracias
muy diferentes de los cinco a que se refiere anonimo son el gremio de manifestantes de toda laya,
ahora terminada la playita y amuermados en sus poltronas algunos,otros benditos sean buscandose el pan como pueden,bueno benditos tampoco pero vaya ya se entiende,
bien terminadas las jornadas estivales,por favor qwue inventen una playa permanente para manifestantes,plutocratas y animadores sociales...
bien ala a la calle por el gallego,
no puedo dejar de imaginar aparte de la porqueria que han dejado en calles paredes y jardines,lo siguiente en cabeza van los popes de la gres con pose inaudita de soy muuuuy guayyyy,de una esquina sale guillermo de baskerville,y van sacando uno a uno unas lenguas azules como el mar,manifestantes de lengua azul que amuermix provocais
Anónimo, muy probablemte la palabra "cotroso" no exista. La utilizamos en mi casa para describir algo más lleno de mugre y costra de porquería.
Que a palabra cotroso non existe???? Temo, amiga Marta, que es moito máis da terra do que cres. O que sucedeu é que coaches unha palabra galega no teu discurso. Na túa casa diríades cotroso porque así o din centos de milleiros de persoas dunha comunidade lingüística á que, me temo, decidiches non pertenecer.
Dicionario da Rag.
cotroso -aadx. Que ten cotra ou está sucio. Hai que baña-lo rapaz, que está todo cotroso. Unha bata cotrosa. 2. Que aforra en exceso, que gasta ou dá o menos posible. É moi cotroso, nunca me regalou nada. SIN. agarrado, amarrado, apertado, atado. CF. avarento, avaricioso. Tamén s. É un cotroso. SIN. cutre, rañas, rañicas, tiñoso. CF. avarento, avaro.
Un saúdo.
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