Vuitton, mon amour
En el post de la semana pasada un lector me pedía que le aclarase en qué consistía el tabajo que iba a hacer "para Louis Vuitton".
Consistía, eso lo supe después, en vivir tres días seguidos en el séptimo cielo.
Llegado este punto, preferiría que dejasen de leer el post todos aquellos que, quizá con razón,piensan que perder el oremus por las firmas de lujo es una frivolidad imperdonable. A lo mejor es verdad, pero me encuentro entre esa legión vergonzante de mujeres (y hombres) que suspiran cuando ven las fotos de los desfiles de alta costura y sueñan con calzarse Jimmi Choo, enfundarse en trajes de chaqueta de Chanel y comprar el "underwear" en Victoria´s Secret. Qué le vamos a hacer. Cada cual tiene sus debilidades, y esta es la mía.
La cosa empezó cuando, hace unos días, Marta Flores, de Woman, me propuso hacer un trabajo en Ámsterdam. Había que escribir una guía de la ciudad, con direcciones, sugerencias y demás. El reportaje estaba patrocinado por Louis Vuitton.
- Vale. ¿Y a quién tengo que matar?
Confieso que fue un alivio escuchar que no hacía falta liquidar a nadie.
- Tendrás que llevar puesto algo de Vuitton... no sé, bolsos, cinturones... ¿ no te importa?
- Creo que podré soportarlo, contesté, mientras los ojos se me llenaban de lágrimas de gratitud al destino, el hado, o el santo del día, que vete tú a saber quien intercedió ante la suerte para que me cayese a mí semejante bicoca.
Tres días en Amsterdam, en un hotel de lujo, vestida con ropa de Escada, Vuitton o Burberry, peinada y maquillada por una profesional, posando para un fotógrafo experto.
Supongo que en Ámsterdam ya circula la leyenda urbana de una modelo enana que se hacía fotos delante de los puentes, pero esa es otra historia. Y, además, no conozco a nadie en Amsterdam, así que tampoco me preocupa mucho que se cachondeen de mí.
Yo llevaba unos vaqueros de Burberry´s, unas sandalias con cuña de Nine West, una chaqueta de Escada y un bolso de Louis Vuitton mientras posaba en bicicleta bajo el cielo iluminado por la luz que pintó Rembrandt. Y el resto del mundo me traía al pairo, si os digo la verdad.
Encima, la gente del equipo era estupenda. El fotógrafo, Pere, una especie de trasunto del santo Job, que ni una vez se quejó de mi falta de habilidad para el posado. Mary Carmen, su ayudante, una veinteañera radiante y siempre alegre. Marga, la estilista, que había seleccionado para mí la ropa con la que sueña cualquiera. Nuria Estero, que me maquillaba y peinaba cuatro veces al día para que pareciese siempre impecable; y Bolola,la representante de Vuitton, simpática como nadie, pendiente de todo y eternamente contenta.
Lo pasamos de maravilla. Y eso que nos pasó de todo. Llovió a Dios dar agua el día que íbamos a hacer fotos en exteriores. La KLM perdió el trípode que permitía hacer las fotos dentro de los locales. Hubo que hacer muchas cosas a la carrera. Pero también tuvimos suerte, como cuando Elisa nos dejó su bici para hacer una foto preciosa con la puesta de sol de fondo y luego nos invitó a visitarla en la fábrica de diamantes en la que trabaja. Allí nos dejó probarnos sortijas de ensueño y ver de cerca un diamante negro.
En estos días me subí en tacones imposibles, posé en camiseta a doce grados, sostuve un cachorrito empeñado en zafarse de mí, lucí un vaquero de trescientos euros, un bolso lleno de tulipanes amarillos, un cinturón de serpiente, un pantalón de See by Chloe... Fue como si hubiese llovido sobre mí el mismísimó maná.
Ayer, cuando de camino al aeropuerto tuve que coger otra vez mi bolso comprado en un mercadillo por veinte euros, pensé que es muy rápido acostumbrarse a lo bueno. Y de inmediato pensé también: que me quiten lo bailao. Encima, tengo pruebas: una colección de fotos en la que parezco la hermana rica de Marta Rivera de la Cruz.
Bueno, lo siguiente ya es para todos: mañana arranca la Feria del Libro de Madrid. Tendré algunas firmas, por si alguien quiere pasarse:
- El sábado 30, de 19 a 20,30, firma en El Corte Inglés de Alcalá de Henares
- Domingo 31, de 12 a 14, firma en la Caseta de Planeta (207) en El Retiro
- Domingo 31, de 19 a 21, firma en la Caseta de Librería Diálogo (85)
Consistía, eso lo supe después, en vivir tres días seguidos en el séptimo cielo.
Llegado este punto, preferiría que dejasen de leer el post todos aquellos que, quizá con razón,piensan que perder el oremus por las firmas de lujo es una frivolidad imperdonable. A lo mejor es verdad, pero me encuentro entre esa legión vergonzante de mujeres (y hombres) que suspiran cuando ven las fotos de los desfiles de alta costura y sueñan con calzarse Jimmi Choo, enfundarse en trajes de chaqueta de Chanel y comprar el "underwear" en Victoria´s Secret. Qué le vamos a hacer. Cada cual tiene sus debilidades, y esta es la mía.
La cosa empezó cuando, hace unos días, Marta Flores, de Woman, me propuso hacer un trabajo en Ámsterdam. Había que escribir una guía de la ciudad, con direcciones, sugerencias y demás. El reportaje estaba patrocinado por Louis Vuitton.
- Vale. ¿Y a quién tengo que matar?
Confieso que fue un alivio escuchar que no hacía falta liquidar a nadie.
- Tendrás que llevar puesto algo de Vuitton... no sé, bolsos, cinturones... ¿ no te importa?
- Creo que podré soportarlo, contesté, mientras los ojos se me llenaban de lágrimas de gratitud al destino, el hado, o el santo del día, que vete tú a saber quien intercedió ante la suerte para que me cayese a mí semejante bicoca.
Tres días en Amsterdam, en un hotel de lujo, vestida con ropa de Escada, Vuitton o Burberry, peinada y maquillada por una profesional, posando para un fotógrafo experto.
Supongo que en Ámsterdam ya circula la leyenda urbana de una modelo enana que se hacía fotos delante de los puentes, pero esa es otra historia. Y, además, no conozco a nadie en Amsterdam, así que tampoco me preocupa mucho que se cachondeen de mí.
Yo llevaba unos vaqueros de Burberry´s, unas sandalias con cuña de Nine West, una chaqueta de Escada y un bolso de Louis Vuitton mientras posaba en bicicleta bajo el cielo iluminado por la luz que pintó Rembrandt. Y el resto del mundo me traía al pairo, si os digo la verdad.
Encima, la gente del equipo era estupenda. El fotógrafo, Pere, una especie de trasunto del santo Job, que ni una vez se quejó de mi falta de habilidad para el posado. Mary Carmen, su ayudante, una veinteañera radiante y siempre alegre. Marga, la estilista, que había seleccionado para mí la ropa con la que sueña cualquiera. Nuria Estero, que me maquillaba y peinaba cuatro veces al día para que pareciese siempre impecable; y Bolola,la representante de Vuitton, simpática como nadie, pendiente de todo y eternamente contenta.
Lo pasamos de maravilla. Y eso que nos pasó de todo. Llovió a Dios dar agua el día que íbamos a hacer fotos en exteriores. La KLM perdió el trípode que permitía hacer las fotos dentro de los locales. Hubo que hacer muchas cosas a la carrera. Pero también tuvimos suerte, como cuando Elisa nos dejó su bici para hacer una foto preciosa con la puesta de sol de fondo y luego nos invitó a visitarla en la fábrica de diamantes en la que trabaja. Allí nos dejó probarnos sortijas de ensueño y ver de cerca un diamante negro.
En estos días me subí en tacones imposibles, posé en camiseta a doce grados, sostuve un cachorrito empeñado en zafarse de mí, lucí un vaquero de trescientos euros, un bolso lleno de tulipanes amarillos, un cinturón de serpiente, un pantalón de See by Chloe... Fue como si hubiese llovido sobre mí el mismísimó maná.
Ayer, cuando de camino al aeropuerto tuve que coger otra vez mi bolso comprado en un mercadillo por veinte euros, pensé que es muy rápido acostumbrarse a lo bueno. Y de inmediato pensé también: que me quiten lo bailao. Encima, tengo pruebas: una colección de fotos en la que parezco la hermana rica de Marta Rivera de la Cruz.
Bueno, lo siguiente ya es para todos: mañana arranca la Feria del Libro de Madrid. Tendré algunas firmas, por si alguien quiere pasarse:
- El sábado 30, de 19 a 20,30, firma en El Corte Inglés de Alcalá de Henares
- Domingo 31, de 12 a 14, firma en la Caseta de Planeta (207) en El Retiro
- Domingo 31, de 19 a 21, firma en la Caseta de Librería Diálogo (85)
14 comentarios:
Ya nos dirás en qué número sale el reportaje, que no me lo pierdo...
Por cierto ¿qué hay del concurso de microrrelatos...?
Besos
Pepa
Hermosa si tu ya eres rica per se.
De lo malo a bueno se va de miedo, pero como dice mi santa madre, de lo bueno a lo malo, es otro cantar.
Pepa habla de microrelatos, me pica la curiosidad ¿de qué se trata?
ya que me parece bastante improbable que vengas a Málaga a firmar, a ver si consigo convencer a mi sobrina que vive en Alcalá para que me consiga el libro firmado... un beso marta
Te podían haber regalado algo de lo que usaste, para la vuelta.
Me alegro por ti que entiendes de moda, así que al respecto poco puedo comentar, sólo que me gusta leer cómo cuentas tus historias.
Sobre la firma en el Retiro...No había otro día ¿verdad?...¡Tengo boda el domingo fuera de Madrid!... No me lo puedo creer, con lo larga que es la feria y estás el único día que no puedo ir a saludarte. ¡Qué pena!
Espero que haya otras ocasiones y si repites algún día en la Feria, mejor. De cualquier forma, desde aquí, te deseo que vaya muy bien.
Un abrazo
Rosa
Me encanta la capacidad para reirte de tí misma y me alegro de que hayas podido disfrutar conociendo eso del glamour y la vida que lleva aparejada . Supongo que la guía será tan cachonda como la autora y la podremos utilizar al volver a caminar entre canales .
Buitton o Vuitton, Amsterdam siempre vale un viaje .
SEito.
Creo que podría acostumbrarme a esa vida, vamos estoy casi segura. Recuerdo con placer el dia en que me tope con la tienda de Manolo Blanik en NY, ¡Extasis! Mi marido casi se divorcia de mi, y eso que estabamos en la luna de miel. La dependienta me miraba con odio a traves el escaparate y yo con los ojos en blanco y a punto de levitar.
Eso es lo mas cerca que he estado de unos manolos, pero se lo contare a mis nietos.
una suerte, ya lo dices bien, ese viaje pero seguro que mas que toda esa ropa loque mejor lucistes fue una gran sonrisa y esa si que era solo tuyo, un saludo
Se puede decir que ya tengo el libro firmado... bueno en realidad no lo tengo en mis manos todavía, está en Alcalá, al final fue mi cuñado muy amablemente a la firma el sábado. Espero que fuera muy bien.
Oh¡ Eso se llama NIRVANA.....si señor, lo demás son chorradas...
Ni catedrales ni museos ni Ana Frank ni leches....a Amsterdam a hacerse una sesion de fotos profesional ¡¡¡¡
En fin ..te lo digo yo que hace mes y medio que huyo de los escaparates y voy por la calle mirando al suelo para no verme reflejada...
Mi niño ademas de venir con un pan debajo del brazo se acordó de mamá y le trajo ocho kilos de no sé qué que se resisten horrores a desaparecer...
Dinos cuando sale el reportaje que no me lo pierdo....
Besitos guapa.
Esther ( la rehen de Alberto)
Pepa - no tengo ni idea,pero avisaré
Chari - ya sabes de qué te hablo, bonita
Re - El ejemplar firmado ya está en poder de tu cuñado que, por cierto, es muy simpático
Thomas - buena idea, lo sugeriré
Rosa - tengo firmas todos los fines de semana, ya os informaré
SEito - un abrazo
Marta Cris - Si son nietas, entenderán lode los Manolos
Esquina- Gracias
Esther - paciencia, los perderás cuando menos lo pienses. Y, para mi bochorno, confieso que no eché de menos los museos ni nada con olor a cultura... soy más frívola de lo que parezco!
Puede parecer muy frívolón, lo sé, pero has vivido el sueño de mi vida!! siempre he dicho que algún día tendré unas sandalias Jimmy Choo.. ¿Os acordais del trabajo maravilloso de Lisa en "Sushi para principiantes"? ¿de todos los regalitos que le hacían? ayyyy!!... y yo en mi oficinita...
pero lo mejor es cómo lo cuentas
besos, sonia
Y aunque una no sea frívola ,hija de vez en cuando hay que soltarse la melena y las cuidades que visitamos son muchas cosas más que catedrales , arquitectura civil , restaurantes y encantadores paisajes..son zapaterias de ensueño , tiendas maravillosas ,salones de belleza de lujo....di que si guapa di que si y eso, quieras que no..tambien es cultura. A ver si no es bonita la Place Vendome de Paris o los alrededores del Empire State de Nueva York...( levité en la tienda de DKNY) , o las espectaculares tiendas de Milan, incluso Serrano..rebonita que es.
Aunque lamentablemente tengamos que cogernos un taxi para ir a los outlets a 40 millas de la cuidad..( o mas)
Snif
Esther
Mira, subí un poco de tu texto al fotolog, espero que no te importe =)
Por cierto creo que tengo un problema con "En tiempo de prodigios", me lo he leído tres veces y siempre que me leo las últimas páginas o las primeras lloro... ¡es increíble!
http://www.fotolog.com/allwhatiwant
Elena
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