martes, 4 de noviembre de 2008

Trasnochar

Siempre me gustó trasnochar. Cuando era pequeña, el mejor premio para mí era el permiso para quedarme levantada hasta muy tarde. El atractivo de las fiestas navideñas era precisamente ese: la relajación del horario para irse a la cama, y para mí el ingreso en la edad adulta tenía como principal atractivo el derecho a acostarse a las mil y monas. En verano, a veces me acostaban de día, y yo me subía por las paredes. Tampoco me dejaban ver todo lo que quería en televisión. ¿Os acordáis de los rombos? Si aparecía uno en la parte superior de la pantalla, el visionado de la película se podía negociar. Cuando aparecían dos, todo estaba perdido. Si le cuentas esto aun niño del siglo XXI se parte de risa, y piensa que estás hablando del Pleistoceno. El otro día mi sobrina me preguntó cuantos años tengo. "Treinta y ocho"- le dije. "¿Y eso son muchos?" "Muchísimos - contesté - yo soy muy vieja". "¿Cómo los dinosaurios?", remachó. Le dije que no tanto, pero, para reivindicar laas ventajas de la madurez, le dije que puedo ponerme la ropa que quiero, comer lo que me apetece y acostarme a la hora que me da la gana.

Como a veces se obtiene lo que se desea, esta temporada me toca trasnochar. Ayer llegué a casa a las cuatro y media de la madrugada después de participar en un especial de las elecciones americanas emitido por Radio Nacional a través del programa "Afectos en la noche". Lo pasamos bien, y escuchamos muy buena música seleccionada por Pablo. Una de las corresponsales de RNE en USA, Nuria Guitart, nos habla de la nueva versión de West Side Story que se estrenará en Broadway en febrero de 2009. Me encanta ese musical, y Nuria se ofrece para conseguirme entradas.

Leo "El canalla sentimental", de Jaime Bayly. Es un buen libro, y Bayly un buen escritor. Lo descubrí en "La noche es virgen", y he seguido leyéndole hasta esta novela. Bayly me hace gracia como personaje, y es mucho más inteligente de lo que quiere aparentar. Si, ya sé que a muchos Bayly os cae mal. Pero dad una oportunidad a su última novela.

Estados Unidos empieza a votar. Voy a seguir el proceso, y los primeros momentos del escrutinio, hasta la madrugada. Me encantan estos días de televisión y radio encendidas, y entradas constantes en los diarios digitales a la espera de que lleguen los primeros datos. Parece indiscutible la victoria de Obama, pero ¿y si hubiera sorpresa? Hace ocho años, Al Gore llegó a la recta final con la misma ventaja que Obama sobre Mc Cain. No quiero ni pensarlo, y no por el candidato republicano. Sarah Palin ha conseguido que me caiga bien. Me pregunto en qué estaba pensando el antiguo soldado, el valeroso marine torturado hasta la extenuación, para elegir a Palin como compañera de viaje. Parece un personaje de cómic, un tipo humano preparado para ser objeto de cachondeo. ¿Y si gana Mc Cain? ¿Y si Mc Cain se muere a los tres meses y tenemos a Sarah Palin al frente del mundo durante casi cuatro años? Demócratas americanos, uníos. O, mejor, gente sensata de los Estados Unidos, uníos y salid a votar. Libraos, y libradnos a todos, de tener una psicópata a cargo del maletín nuclear.

Unas horas antes de que se venda todo el pescado, parece imposible que Obama pierda. Ha tenido suerte hasta con la muerte oportunísima de su abuela, en plena jornada preelectoral. Su recta y presentable abuela blanca, que lo crío cuando era sólo un crío asustado, con todas las papeletas para torcerse en la vida: negro, pobre, solo, infeliz, limitado por las circunstancias.

Ayer veía a los Obama con Bruce Springsteen: Barack, Michelle y las dos crías estrechado la manos del astro de la música americana, y me venía a la cabeza una imagen que tiene ya - glub - dieciséis años: los Clinton saludando a Michael Jackson, antes de que Jacko se convirtiese en un friki y Clinton en un pobre hombre que ponía en peligro su matrimonio y su cargo por un poco de sexo oral con una chica vulgar y poco agraciada. Cantaban, me acuerdo, "Don´t stop thinking about tomorrow", no dejes de pensar en el mañana. Era aquella una foto cargada de esperanza, de símbolos positivos. La hija de Clinton, aquella cria feúcha y desgarbada, miraba a Michael Jackson con los mismos ojos admirados y puros con los que las pequeñas Obama miraban a Springsteen. Quizá mañana empiece otra época para todos ellos. Espero vivirlo en tiempo real.
Hoy trasnocho otra vez. Da gusto ser adulta.

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8 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

La noche siempre alberga algo mágico y especial que la convierte en una experiencia única. El problema no es trasnochar, querida Marta. El problema suele ser el tener que madrugar al día siguiente. Anoche estuve en la presentación del Torrevieja en el Palace. Y hoy estoy que me duermo sobre el teclado.

Por lo demás, coincido: nada como para la noche para disfrutar de ciertas sensaciones. De todo tipo y composición.

Abrazos,
Pedro de Paz

4 de noviembre de 2008, 6:05  
Blogger pakiko ha dicho...

Pues a mí me gusta mucho más el día: el día es más alegre, la claridad del día, ver la cara de los que me rodean bajo la luz del Sol, sin la luz artificial que maquilla a las personas. Quizá tenga que ver con que los días soleados siempre me recuerdan mi pueblo en verano, con mis amigos, en la playa o en la terraza de un bar, también a la orilla de la playa.Y ahora no estoy cerca de la playa.
O quizá tenga que ver con que yo mañana no pueda trasnochar, porque todavía no he llegado a los 38 y me toca ir a clase.


La única novela que he leído de Bayly es "Y de repente, un ángel". No me gustó nada.Aunque te haré caso con las recomendaciones, e intentaré olvidar esa novela y lo mal que me cae.

4 de noviembre de 2008, 7:46  
Anonymous Anónimo ha dicho...

...Y la película de miedo de los sabados por la noche....?? Con dos rombos por supuesto.
Recuerdo que mis padres tenían una televisión en su habitación y , después del "Informe Semanal" ( sensacional) había una película, Yo fingía que me interesaba en Informe Semanal para ver si me dejaban ver la película,. Alguna vez me dejaron ,pero luego me quedaba a dormir con ellos por que tenía miedo, uff no había cosa que más me gustara que dormir con mis padres aunque lamentablemente duró poco.
Ay¡¡ Tiempos aquellos....

4 de noviembre de 2008, 10:59  
Blogger Wannabe A ha dicho...

La noche es la vida para los creadores, porque el mundo deja de existir y es el territorio para la imaginación.
Aunque mañana trasnoches no creo que te veamos en el party de nuestra amiga, la "simpatica" Pachi en la fiesta anual del Cock, ;-)
Besos

4 de noviembre de 2008, 14:02  
Blogger Marta Rivera ha dicho...

Pedro: decía mi abuela Blanca: "O que perde a noite, perde o día". Aún así, merece la pena.

Pakiko, aprovecha la época de estudiante, dura mucho menos de lo que parece.

Anónimo, el truco del Informe Semanal lo hemos probado todos con distintos niveles de éxito.

Wannabe, no he sido requerida para la fiesta del Cock, cosa que tampoco me sorprende. Pasadlo bien, a pesar de los pesares y de su petarda propietaria, el Cock es un sitio estupendo para tomar una copa

4 de noviembre de 2008, 14:44  
Blogger Wannabe A ha dicho...

Esta mañana yo tambien me he acordado del "don´t stop thinking about tomorrow", la ilusion y esperanza que se ponía en Clinton, y...lo que fue despues. Creo que a Hillary no se le perdonó que por ambición lo tolerara todo.
Al ver a la familia de Obama,en el discurso de Chicago me he emocionado y llorado junto con Ofrah Winfrey (la maritere campos negra) y el reverendo Jackson.
Me he acordado de unos cuentos que leía de pequeño que se llamaban "Negrito Revés", un niño negro que vivía en Baltimore y lo hacía todo al revés. No puede tener mas ilusiones y esperanzas puestas en él.
Volvemos a Camelot.
A ver en que queda.
Por lo menos la historia sentenciará al señorito hijo de papa, borrachin, hipocrita, integrista, chulo y pendenciero, que ha solo ha gobernado para los ricos de su país y ha metido a medio mundo en tensión.

5 de noviembre de 2008, 3:02  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Jajaja.Lo malo es que no nos haya librado del psicópata a cargo del maletín estas dos legislaturas previas.
Yo también prefiero el día,aunque me es imposible acostarme pronto.

5 de noviembre de 2008, 9:13  
Blogger León de Biedma ha dicho...

trasnochar, no trasnocho, pero trans-nochar, sí; es decir, ir más allá de la noche.
Porque la noche es metafísica, uno se va más allá de la fisis, se va uno a la lipsis, de la visión a la revelación por vías agro-pop-cuniarias.

5 de noviembre de 2008, 9:17  

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