"Sombras"... y otros libros.
Pues ya está en las librerías mi novela juvenil, "Sombras", una historia de amor, misterio y poderes paranormales con crimen de por medio y sorpresa final. Lo curioso es que pensaba que era una novela para gente de 17 años,y de pronto me encuentro con comentarios elogioso de gente de mi quinta. ¿Será que nos equivocamos al adjudicar una edad a los libros? ¿Será un error acotar los años de los posibles lectores?
Lo he pasado muy bien escribiendo este texto, entre otras cosas porque escribir para adolescentes supone una suerte de regreso al lugar perdido de los quince años. Cuando uno crea un personaje como Valeria Oriol, a la fuerza debe volver a la adolescente que fue una vez. Y, la verdad, es ese el único modo en que consentiría en volver a la etapa de la juventud. Me bastó en su momento.
Si queréis saber algo más de "Sombras", podéis leer el blog de su protagonista en
www.valeriaoriol.blogspot.com
Si alguno tiene curiosidad, ya sabe... El libro, por cierto, lo edita Destino Infantil y Juvenil, de forma que todo queda en casa.
Me llegan por correo desde Belgrado diez ejemplares de "El inventor de Historias" que se ha traducido al serbocroata. Pasados los primeros momentos de emoción al ver mi nombre y el nombre del libro escritos en otro idioma, surge la duda sobre qué hacer con esos libros que nadie que conozco está remotamente capacitado para entender. Finalmente me quedo con uno de forma testimonial, Marcial se apropia de otro y reservo otros dos para mi padre y mis tías. El resto vana ocultase en la última balda de la estantería del pasillo, a la que se accede por medio de una escalera de mano, y a donde van a parar los volúmenes que sé que no voy a leer nunca.
Por mi parte, leo otras cosas. Ayer por la tarde, una recopilación poética que bajo el título "El árbol rojo" ha hecho mi amigo Andrés Rubio. Andés ha tenido la mágica idea de reunir en un volumen una serie de maravillosos poemas para celebraciones laicas. Los hay para bodas, para funerales, incluso para dar la bienvenida a un niño (me niego a llamarlos bautismos laicos). Hay versos de Juan Ramón Jiménez, de Pedro Salinas, de Stevenson, de Gabriela Mistral... hasta cuarenta autores capaces de aumentar nuestra emoción en un momento especial, en un momento hermoso. Hace años, asístí a la boda civil de uno de mis mejores amigos. Nunca, en toda mi vida, había participado de una ceremonia tan rotundamente descafeinada y triste. Otro gallo habría cantado si el oficiante hubiese leído, por ejemplo, el poema "Quienquiera que seas, cogiéndome ahora de la mano" de Walt Whitman:
"O acaso contigo, navegando en el mar o en una playa del mar, o en alguna isla tranquila / Aquí te permito que poses tus labios en los míos / con el largo beso del camarada o el beso del nuevo esposo / pues yo soy el nuevo esposo y yo soy el camarada"
Paso la mañana del domingo leyendo "33 días", de León Werth. Este autor y periodista francés, de trayectoria escasamente reconocida, ostenta un honor indudable: es a él a quien Antoine de Saint Exupery dedica su libro "El principito". Pero no es por eso por lo que recomiendo la lectura de este texto corto (apenas 160 páginas) que publica Veintisiete Letras; los recomiendo porque es una crónica intensa y personal de la huida de París tras la entada ominosa del ejército alemán. Lo recomiendo porque está lleno poesía, de pensamientos a veces amargos, a veces edificantes y emotivos. Lo recomiendo porque me obsesiona la certeza de que hay por el mundo centenares, miles de libros como el de León Werth, y que nos los estamos perdiendo.
Lo he pasado muy bien escribiendo este texto, entre otras cosas porque escribir para adolescentes supone una suerte de regreso al lugar perdido de los quince años. Cuando uno crea un personaje como Valeria Oriol, a la fuerza debe volver a la adolescente que fue una vez. Y, la verdad, es ese el único modo en que consentiría en volver a la etapa de la juventud. Me bastó en su momento.
Si queréis saber algo más de "Sombras", podéis leer el blog de su protagonista en
www.valeriaoriol.blogspot.com
Si alguno tiene curiosidad, ya sabe... El libro, por cierto, lo edita Destino Infantil y Juvenil, de forma que todo queda en casa.
Me llegan por correo desde Belgrado diez ejemplares de "El inventor de Historias" que se ha traducido al serbocroata. Pasados los primeros momentos de emoción al ver mi nombre y el nombre del libro escritos en otro idioma, surge la duda sobre qué hacer con esos libros que nadie que conozco está remotamente capacitado para entender. Finalmente me quedo con uno de forma testimonial, Marcial se apropia de otro y reservo otros dos para mi padre y mis tías. El resto vana ocultase en la última balda de la estantería del pasillo, a la que se accede por medio de una escalera de mano, y a donde van a parar los volúmenes que sé que no voy a leer nunca.
Por mi parte, leo otras cosas. Ayer por la tarde, una recopilación poética que bajo el título "El árbol rojo" ha hecho mi amigo Andrés Rubio. Andés ha tenido la mágica idea de reunir en un volumen una serie de maravillosos poemas para celebraciones laicas. Los hay para bodas, para funerales, incluso para dar la bienvenida a un niño (me niego a llamarlos bautismos laicos). Hay versos de Juan Ramón Jiménez, de Pedro Salinas, de Stevenson, de Gabriela Mistral... hasta cuarenta autores capaces de aumentar nuestra emoción en un momento especial, en un momento hermoso. Hace años, asístí a la boda civil de uno de mis mejores amigos. Nunca, en toda mi vida, había participado de una ceremonia tan rotundamente descafeinada y triste. Otro gallo habría cantado si el oficiante hubiese leído, por ejemplo, el poema "Quienquiera que seas, cogiéndome ahora de la mano" de Walt Whitman:
"O acaso contigo, navegando en el mar o en una playa del mar, o en alguna isla tranquila / Aquí te permito que poses tus labios en los míos / con el largo beso del camarada o el beso del nuevo esposo / pues yo soy el nuevo esposo y yo soy el camarada"
Paso la mañana del domingo leyendo "33 días", de León Werth. Este autor y periodista francés, de trayectoria escasamente reconocida, ostenta un honor indudable: es a él a quien Antoine de Saint Exupery dedica su libro "El principito". Pero no es por eso por lo que recomiendo la lectura de este texto corto (apenas 160 páginas) que publica Veintisiete Letras; los recomiendo porque es una crónica intensa y personal de la huida de París tras la entada ominosa del ejército alemán. Lo recomiendo porque está lleno poesía, de pensamientos a veces amargos, a veces edificantes y emotivos. Lo recomiendo porque me obsesiona la certeza de que hay por el mundo centenares, miles de libros como el de León Werth, y que nos los estamos perdiendo.
Etiquetas: "Sombras", Andrés Rubio, El Arbol Rojo, Leon Werth, Valeria Oriol
13 comentarios:
¡Hola Marta! Hace ya un tiempo que no dejo comentarios, aunque sigo leyéndote asiduamente.
Felicidades por la publicación de "Sombras".Estoy deseando tenerlo en mis manos. Hace tiempo que dejé de mirar la catalogación de los libros por edades. Desde que tengo niños, paso media vida en la sección de infantil-juvenil de las librerías (por suerte creo que mis hijos han heredado mi sano vicio) y la verdad es que allí me encuentro verdaderos tesoros. La producción de buenas novelas catalogadas como juveniles es espectacular y últimamente he leído alguna que otra.
Y toda la suerte del mundo con este nuevo libro. Estaré atenta a tus firmas, ya que fué un verdadero placer charlar un ratito contigo en la feria del libro de Santiago hace un par de años.
Bicos!!
tengo sombras en las manos y ya el primer párrafo sorprende, engancha y te rasga: ¿qué tendrá que oficiar una niña adolescente entre el salvajismo hipócrita de lo adulto? Ahí que me lanzo a descubrirlo.
Bueno, pues corro rauda a por "Sombras", para mis hijos, pero, antes, por supuesto, para mí.
Yo suscribo que la buena literatura no tiene edad. De hecho, como mi hija es una lectora empedernida (de 15 tacos), de un tiempo a esta parte, he devorado bastante literatura juvenil, y la buena, cautiva como la que más.
(Adjunto de paso el ejemplo de mi paisano, Fernando Lalana, a quien han concedido el "Cervantes chico", muy merecido, a mi juicio)
Lo dicho: corro en busca de "Sombras"
Enhorabuena, Marta, seguro que es otro éxito
Besoss
Pepa
Enhorabuena Marta ya está en varias librerías de Lugo y supongo que será fantástico como todo lo que escribes. Este puente lo pienso devorar entero. Felicidades seguro seguro que es un éxito. Un besiño. Carmen
Yo soy incluso algo más que de tu quinta, y por oficio e interés he leido también bastante literatura juvenil.
Me ha gustado Sombras.
Pienso que es una buena novela juvenil y que se venderá bien.
Pues me he sentado esta tarde después de comer en mi sofá con tu nuevo libro y aquí lo tengo ya terminado. Con eso te digo todo. Reconozco que la literatura juvenil no es lo que suelo leer habitualmente, pero después de leerme todos tus libros (menos "Que veinte años no es nada" que me costó bastante conseguir) no me resisto cada vez que veo una nueva novela tuya en las librerías.
A ver si la próxima semana cuelgo la reseñita en el blog.
Ha sido un placer (una vez más).
Marta, por favor, por favor, me pido un ejemplar de esos en serbocroata, que "El inventor de historias" es mi novela favorita de las tuyas, como ya te he dicho en varias ocasiones...
Pepa, dame una dirección a la que pueda mandártelo y es tuyo...
Ya me he apropiado de mi ejemplar de 'Sombras', en cuanto empiece a leer ya te diré. Pero estoy segura de que me gustará!
Me lo han "dado" en la Balmes... me espera en la mesita de noche... y siento el cosquilleo de la primera cita!
Un abrazo y suerte.
Cristina.
Me dieron las dos de la mañana. Hasta que acabé no lo pude dejar. Lo compré por cariño, por fidelidad a ti, por agradecimiento, como tú sabes, pero pensé que siendo una novela juvenil me iba a aburrir... Es una novela juvenil, sí, pero "engancha" como todo lo que escribes, con su dosis de humanidad, de ternura... en fin, otra criatura perfecta, Marta. Ya esperamos con ganas la próxima ;-))
Ana, Thomas, Carmen, Cristina, Victoria... muchas, muchñisimas gracias por vuestra confianza, y por acercaros a un libro que, en principio no estaba pensando para un público adulto.
Un abrazo enorme para todos.
Hola Marta
He leído el libro de Sombras unas 4 veces desde que lo compré.
Habrá segunda parte?
Besos
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