San Froilán!!!
Ayer llegué a Lugo para pasar el inicio de las fiestas. Por la noche, cena en el pulpo con mis amigas. Es curioso como de un año para otro me vuelve a sorprender lo bueno que está el pulpo comido en las casetas y acompañado de cachelos y vino peleón con gaseosa. Lo del vino peleón es parte del ritual: no vale pedirse otra cosa. Luego, igual que desde hace años, nos tomamos un vino de Cariñena en una caseta que es igual desde los tiempos de Maricastaña. Siento no ser precisamente un lince con las nuevas tecnologías, porque me gustaría subir alguna de las fotos que nos hicimos ayer mis amigas y yo. A algunas, como a Gencha, las conozco desde los tres años!!
Hoy hizo un día tristón, de lluvia constante y un cielo ceniciento y bajo que parecía próximo a caérseme encima. Por la mañana visito a una de mis tías abuelas, ingresada en el hospital tras un accidente doméstico. Tiene 98 años y no me reconoce, pero al mirarla no veo a la anciana indefensa en la que se ha convertido, sino a la mujer extrordinamriamente llena de vida que fue una vez, la mujer a la que quise mucho y con la que compartí una legión de cosas buenas. El resto importa poco, y en eso pienso cuando me mira sin verme: tuve tiempo de sobra para saber lo mucho que me quiso.
Después como con otras dos tías abuelas, próximas ya a los noventa años, pimpantes y activas, que me cuentan historias familiares. Les muestro mi nuevo iphone, y no san crédito cuando aparece su propia calle en las páginas de google earth. "Lo que nos estamos perdiendo", sentencia Marina, y no soy capaz de llevarle la contraria. Es verdad, se han perdido muchas cosas. Toda su generación lo hizo. Por supuesto, fueron felices a su manera, pero gracias a una particular generosidad que nosotros no tuvimos la ocasión de aprender ni de ejercitar.
Hace un viento loco que alborota los árboles. Por fortuna, las previsiones para mañana son optimistas, porque a las ocho mi padre dará desde el balcón del Ayuntameinto el pregón de las fiestas. Luego, sesión de fuegos artificiales y verbena con orquesta. Yo cenaré con toda la familia, otra vez en las casetas, otra vez el pulpo. Y tan contenta de repetir.
Leo "El rector de Justin", de J. Auchincloss, sobrecogida por la belleza de la historia y la forma de contarla. Auchincloss - a quien no conocía - es una especie de Henry James levemente modernizado, espabilado quizá por ciertos acontecimientos que le tocó vivir. Un libro hermoso hasta decir basta. Hace dos semanas leí a otro autor del que nada sabía: Maurice Drouon. "La caída de los cuerpos" fue un deslumbramiento que duró las cuatro horas que tardé en acabar el libro. Benditas sean las editoriales que hacen apuestas como estas. Cuando acabe "El rector... ", me esperan sobre la mesa media docena de títulos igualmente apetecibles. Habrá otros, decenas, cientos, de los que nunca tendré noticia. Y, como diría mi tía, lo que me estoy perdiendo.
Preparo la promoción de mi nuevo libro juvenil, "Sombras", que va a girar en torno a las redes sociales. Es un mundo en el que me muevo regular y del que no sé casi nada, por eso me resulta especialmente divertido. Esta vez, nada de perseguir entrevistas en periódicos, fotos en revistas femeninas o intervenciones en radio: el público potencial de "Sombras" no lee la prensa, ni escucha la radio, y al parecer apenas ve la tele. Es lo que hay, digo, mientras escucho las ideas que se le ocurren al equipo del Hotel Kafka que va a colaborar en la difusión de la novela.
En cuanto a la buena noticia, sin materializarse todavía, sigue rondándome y parece que se acerca. Cuando pueda tocarse, será el momento de compartirla con vosotros.
Hoy hizo un día tristón, de lluvia constante y un cielo ceniciento y bajo que parecía próximo a caérseme encima. Por la mañana visito a una de mis tías abuelas, ingresada en el hospital tras un accidente doméstico. Tiene 98 años y no me reconoce, pero al mirarla no veo a la anciana indefensa en la que se ha convertido, sino a la mujer extrordinamriamente llena de vida que fue una vez, la mujer a la que quise mucho y con la que compartí una legión de cosas buenas. El resto importa poco, y en eso pienso cuando me mira sin verme: tuve tiempo de sobra para saber lo mucho que me quiso.
Después como con otras dos tías abuelas, próximas ya a los noventa años, pimpantes y activas, que me cuentan historias familiares. Les muestro mi nuevo iphone, y no san crédito cuando aparece su propia calle en las páginas de google earth. "Lo que nos estamos perdiendo", sentencia Marina, y no soy capaz de llevarle la contraria. Es verdad, se han perdido muchas cosas. Toda su generación lo hizo. Por supuesto, fueron felices a su manera, pero gracias a una particular generosidad que nosotros no tuvimos la ocasión de aprender ni de ejercitar.
Hace un viento loco que alborota los árboles. Por fortuna, las previsiones para mañana son optimistas, porque a las ocho mi padre dará desde el balcón del Ayuntameinto el pregón de las fiestas. Luego, sesión de fuegos artificiales y verbena con orquesta. Yo cenaré con toda la familia, otra vez en las casetas, otra vez el pulpo. Y tan contenta de repetir.
Leo "El rector de Justin", de J. Auchincloss, sobrecogida por la belleza de la historia y la forma de contarla. Auchincloss - a quien no conocía - es una especie de Henry James levemente modernizado, espabilado quizá por ciertos acontecimientos que le tocó vivir. Un libro hermoso hasta decir basta. Hace dos semanas leí a otro autor del que nada sabía: Maurice Drouon. "La caída de los cuerpos" fue un deslumbramiento que duró las cuatro horas que tardé en acabar el libro. Benditas sean las editoriales que hacen apuestas como estas. Cuando acabe "El rector... ", me esperan sobre la mesa media docena de títulos igualmente apetecibles. Habrá otros, decenas, cientos, de los que nunca tendré noticia. Y, como diría mi tía, lo que me estoy perdiendo.
Preparo la promoción de mi nuevo libro juvenil, "Sombras", que va a girar en torno a las redes sociales. Es un mundo en el que me muevo regular y del que no sé casi nada, por eso me resulta especialmente divertido. Esta vez, nada de perseguir entrevistas en periódicos, fotos en revistas femeninas o intervenciones en radio: el público potencial de "Sombras" no lee la prensa, ni escucha la radio, y al parecer apenas ve la tele. Es lo que hay, digo, mientras escucho las ideas que se le ocurren al equipo del Hotel Kafka que va a colaborar en la difusión de la novela.
En cuanto a la buena noticia, sin materializarse todavía, sigue rondándome y parece que se acerca. Cuando pueda tocarse, será el momento de compartirla con vosotros.
Etiquetas: "Sombras", Auchincloss, Lugo, Maurice Druon, mis tías, San Froilán
10 comentarios:
aunque me habia prometido no prestarle atencion al resultado,no puedo evitar aunque realmente ni me va ni me viene sentir que la victoria de tgomez sobre trini es una buena noticia,una y felicitando de antemano a ambos directores de campaña y equipo de marketing,porque no se haya doblegado,lo que es mucho,sino todo,dos porque no me gusta cuando las personas quieren acaparar y tender tentaculos,salvo en su vida privada como hombres o mujeres polifaceticos y renacentistas,tres porque creo q la mayoria de personas q cuenta se sentira mas tentado a confiar en el primero q en la segunda,cuatro porque sonreir peramanentemente es muy cansado,como querer agradar a toda costa,cinco porque me parece mas oportuno este joven venido de parla q esta señora apoyada por la inteligentsia (salvo excepciones creo yo q seria mas oportuno llamarla gilipollada),seis porq creo q se conoce mejor el plano real de lo q es madrid con sus humos lineas de cercanias y sudor para llegar,simplemente llegar,siete porq me daba la impresion de q detras de Trini tambien esta el soft power feminismo gaypower y multiculturalismo q considero banal y apropiado para una reunion de amigetes,ocho porq no tengo nada contra Trini como politica ni como persona y tampoco nada a favor de Tomas gomez como lo mismo y sin embargo opino asi,nueve porq a lo mejor el primero puede avalar a jovenes de la comunidad en sus pequeñas inicitivas emprendedoras porq sino lo van a tener crudo,y diez porq la calle es de todos y de nadie
y dejo
Marta, necesito saber más cosas de "Sombras" ya. Esperamos noticias.
Susana, ya falta poco. El 19 estará en las librerías
Marta me encanta leerte. Estoy deseando saber de qué va esa nueva noticia que tanto esperas. Compartiré tu alegría. Un beso
Muy conmovedor, me sumo a los anteriores comentarios, en la curiosidad por la noticia y esas "Sombras".
Cada seis años me toca disfrutar del san froilan, espero que este año pueda.como tú, disfrutar de todo lo disfrutable, empezando por mi familia.
Sombras será un éxito, seguro.
el miercoles llegaron vecinos nuevos
son estudiantes boloñeses
por la tarde llamaron a mi puerta les habian cortado la luz
les ofreci un enchufe y un cable
pense en la compañia que no tuvo ni un dia de tregua maquinando porque no creo q piense
"esto para q os entereis quien manda aqui"
esa misma tarde recogi unas multas con el 120 por ciento de recargo que me envio la diligente hacienda
supongo q con la racha q llegan conmigo me corresponden unos 100 metros de la autovia carballo-coruña.
despues me acreqe aingresar unas perras al banco para evitar el habitual recargo del 60 por ciento,yo estas cosas las hago con nocturnidad y tapandome con el cuello de la camara del cajero,
por el camino de vuelta me sentia como la cenicienta o el soldadito de plomo,
se había fundido la farola q ilumina el comienzo de mi calle lo q le daba un aire de epoca o de pelicula de espias de la guerra fria,
berlin sitiado,
se me ocurrio pensar q no supe decirle a los estudiantes donde podrian comprar velas,
se me ocurrio q podrian ir a la catedral y coger prestada alguna,
pero recapacite ..en la catedral dicen q las velas son electricas y se cargan con tarjeta de credito,
para q sigas enterandote quien manda aqui,
oi decir tambien q las campanas son una grabacion.
Mas tarde con el runrun q alimenta el insomnio pense en quasimodo,siempre pienso en cuentos para dormir,
pense q la semana pasada alguien q caminaba junto a mi sin prisa me pregunto q porq las campanas suenan en esta esquina atlantica de forma peculiar,
respondi q quizas sea por efecto de la lluvia,aunque seguramente sea por una aleacion particulas o nose,
al dar la vuelta perdida la esperanza de un sueño tranquilome vino a la cabeza aquella frase,
porquien suenan las campanas...
imagine a quasimodo y unas cuantas sombras al amparo del muro mientras arreciaba la lluvia
el miercoles llegaron vecinos nuevos
son estudiantes boloñeses
por la tarde llamaron a mi puerta les habian cortado la luz
les ofreci un enchufe y un cable
pense en la compañia que no tuvo ni un dia de tregua maquinando porque no creo q piense
"esto para q os entereis quien manda aqui"
esa misma tarde recogi unas multas con el 120 por ciento de recargo que me envio la diligente hacienda
supongo q con la racha q llegan conmigo me corresponden unos 100 metros de la autovia carballo-coruña.
despues me acreqe aingresar unas perras al banco para evitar el habitual recargo del 60 por ciento,yo estas cosas las hago con nocturnidad y tapandome con el cuello de la camara del cajero,
por el camino de vuelta me sentia como la cenicienta o el soldadito de plomo,
se había fundido la farola q ilumina el comienzo de mi calle lo q le daba un aire de epoca o de pelicula de espias de la guerra fria,
berlin sitiado,
se me ocurrio pensar q no supe decirle a los estudiantes donde podrian comprar velas,
se me ocurrio q podrian ir a la catedral y coger prestada alguna,
pero recapacite ..en la catedral dicen q las velas son electricas y se cargan con tarjeta de credito,
para q sigas enterandote quien manda aqui,
oi decir tambien q las campanas son una grabacion.
Mas tarde con el runrun q alimenta el insomnio pense en quasimodo,siempre pienso en cuentos para dormir,
pense q la semana pasada alguien q caminaba junto a mi sin prisa me pregunto q porq las campanas suenan en esta esquina atlantica de forma peculiar,
respondi q quizas sea por efecto de la lluvia,aunque seguramente sea por una aleacion particulas o nose,
al dar la vuelta perdida la esperanza de un sueño tranquilome vino a la cabeza aquella frase,
porquien suenan las campanas...
imagine a quasimodo y unas cuantas sombras al amparo del muro mientras arreciaba la lluvia
Marta, me ha extrañado que en el apartado "Novelas" de tu web no aparezca "La importancia de las cosas".
Querida Marta, si te deslumbró "La caída de los cuerpos", lee "Las grandes familias" origen de la trilogía y entrarás en éxtais.
Enhorabuena por el blog.
Con afecto y admiración
Mar
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