Idas y venidas
Viajes de promoción, idas y venidas. Ayer en Santiago, encuentro con periodistas. Tomo el avión a las ocho menos cuarto, lo cual quiere decir que me levanto a las seis. No valgo para los madrugones, que me dejan hecha unos zorros. En Santiago me recibe un día luminoso y bello y la sagaz Noa, cuya eficacia es casi sobrenatural: ha cerrado catorce entrevistas con otros tantos medios, sin retrasos ni tiempos muertos. La única parada es para comer. Pasamos el día en el Hostal de los Reyes Católicos, y de vez en cuando hago escapadas fugaces a la Plaza del Obradoiro para pensar, una vez más, que es imposible que haya en todo el mundo un lugar tan precioso.
Por la tarde me recoge Ignacio y me lleva a La Coruña. Allí me esperan mis amigos: Úrsula, Javier y Pepón, con quienes, olvidando que estoy medio muerta, ceno mejor que bien en el Gaioso. Luego hago la radio desde la habitación del NH, donde alguien me ha dejado una ración de tarta de santiago que picoteo con cierta avidez entre intervención e intervención. Pensé que con la edad me volvería menos golosa, pero ya, ya...
Hoy, comida con libreros. Es estupendo reunirse con personas que viven rodeadas de libros. Es un almurzo agradable. Hablamos de "La importancia de las cosas", pero también de otras novelas, de otros autores, de la dichosa crisis que los libros intentan sortear con cierto éxito... Nada de política en la conversación, lo cual es muy de agradecer. Me voy sin acabar el postre: mi avión sale a la cinco y media, y hay peligro de overbooking, así que Ignacio me acerca a Alvedro. Durante el vuelo, leo "Toda pasón apagada", de Vita Sackville West. Está bien, pero me gustó mucho más "Los eduardianos".
Tras llegar a Madrid y dejar la maleta en casa, me voy a ver a mis sobrinos. Nachete tiene algo de fiebre, pero me da un beso. Martita me hace sentar a su lado para ver un episodio de Celia. Cuando aparece un burrito, me dice que quiere tener uno en casa, e intento distraerla de la idea peregrina hablándole de Platero y yo. Juntas decididmos que es un buen nombre para un burro, y me promete que llamará así al bicho en cuanto lo tenga.
Abro el ordenador y los correos se amontonan. Los voy contestando todos y hago el firme propósito de comprarme una blackberry para que dos días fuera de casa no provoquen atascos como este.
Mañana nos vamos a Lisboa. Dos días en un hotel precioso frente al Tajo - el lugar tiene historia: es una casa del siglo XVIII donde vivió Eça de Queiroz - dando paseos, comprando libros en Bertrand y comiendo pasteles de crema. Lisboa es una de mis ciudades favoritas, y trato de ir una vez al año. Como la he visto del derecho y del revés, me siento libre de hacer visitas turísticas, y no descarto pasar buena parte del tiempo en la biblioteca del hotel, que tiene vistas espectaculares sobre el estuario. Y el lunes, vuelta a empezar. Pero espero el paréntesis lisboeta como agua de mayo
Por la tarde me recoge Ignacio y me lleva a La Coruña. Allí me esperan mis amigos: Úrsula, Javier y Pepón, con quienes, olvidando que estoy medio muerta, ceno mejor que bien en el Gaioso. Luego hago la radio desde la habitación del NH, donde alguien me ha dejado una ración de tarta de santiago que picoteo con cierta avidez entre intervención e intervención. Pensé que con la edad me volvería menos golosa, pero ya, ya...
Hoy, comida con libreros. Es estupendo reunirse con personas que viven rodeadas de libros. Es un almurzo agradable. Hablamos de "La importancia de las cosas", pero también de otras novelas, de otros autores, de la dichosa crisis que los libros intentan sortear con cierto éxito... Nada de política en la conversación, lo cual es muy de agradecer. Me voy sin acabar el postre: mi avión sale a la cinco y media, y hay peligro de overbooking, así que Ignacio me acerca a Alvedro. Durante el vuelo, leo "Toda pasón apagada", de Vita Sackville West. Está bien, pero me gustó mucho más "Los eduardianos".
Tras llegar a Madrid y dejar la maleta en casa, me voy a ver a mis sobrinos. Nachete tiene algo de fiebre, pero me da un beso. Martita me hace sentar a su lado para ver un episodio de Celia. Cuando aparece un burrito, me dice que quiere tener uno en casa, e intento distraerla de la idea peregrina hablándole de Platero y yo. Juntas decididmos que es un buen nombre para un burro, y me promete que llamará así al bicho en cuanto lo tenga.
Abro el ordenador y los correos se amontonan. Los voy contestando todos y hago el firme propósito de comprarme una blackberry para que dos días fuera de casa no provoquen atascos como este.
Mañana nos vamos a Lisboa. Dos días en un hotel precioso frente al Tajo - el lugar tiene historia: es una casa del siglo XVIII donde vivió Eça de Queiroz - dando paseos, comprando libros en Bertrand y comiendo pasteles de crema. Lisboa es una de mis ciudades favoritas, y trato de ir una vez al año. Como la he visto del derecho y del revés, me siento libre de hacer visitas turísticas, y no descarto pasar buena parte del tiempo en la biblioteca del hotel, que tiene vistas espectaculares sobre el estuario. Y el lunes, vuelta a empezar. Pero espero el paréntesis lisboeta como agua de mayo
Etiquetas: "La importancia de las cosas", Eça de Queiroz, Lisboa, Vita Sackville West
9 comentarios:
Y yo sin enterarme de que habías estado aquí. Ayer una amiga me llamó para decirme que le estaba encantando "En tiempo de prodigios"(es un regalo que no falla), y comentarme que habías estado aquí en Santiago el día anterior, pero que se enteró tarde. No sabes como lo siento. Me hubiera encantado que me dedicaras el libro, pero bueno, será para la próxima.
Y por cierto: yo que soy de Santiago y frecuento la zona vieja casi a diario, no dejo de decirme lo precioso que es nuestro casco antiguo y la suerte que tenemos de vivirlo.
¡Ánimo con la promoción!! Bicos!
Ay Lisboa...¡¡ No veas como necesito yo también una escapadita a Lisboa. La ultima vez fue el año pasado en Primavera, por Abril y ademas acompañó el tiempo.Inmejorable..espero que vayas de relax y no se trabajo..
Lisboa y París. Y me sobra el resto del mundo..
Disfrutalo mucho
Besiños
Esther
Pues sí, reina mora. además de la importancia de las cosas, está la importancia de los viajes...
Besos
Pepa
Pues otra que no se ha enterado de que estuviste aquí en Santiago porque no hubiera faltado a la cita!!. Haber si para la próxima...
Bicos moitos (y ánimo con esa promoción)
Hola Marta!!
El otro día te vi en la TVG y rápidamente me puse a buscarte en Internet, para saber más de ti, ya que me encantó la entrevista que te hicieron y tu forma de explicar las cosas. Y aquí me tienes entrando todos los días en tu blog, para saber algo más de tí y de tu promoción y sobre todo de tus libros, que tengo que empezar a leer en cuanto tenga un hueco libre.
Un saludo
Bueno lo terminé. la verdad es que me ha encantado "la importancia de las cosas", es maravilloso!!, casi tanto como "en tiempo de prodigios" que creo que es y será siempre uno de mis libros de cabecera.
estaba esperando como agua de mayo que lo publicasen y la verdad he de decir que ha merecido la pena esperar.
tendremos que esperar otros dos años para volver a disfrutar de una de tus novelas?, vas a estar este año en la feria del libro?
bueno de verdad que enhorabuena por el libro, lo recomendaré a todo el mundo.
un beso muy fuerte
Marisol
Marta, a mí que me fijo bastante en esas pijadas, me ha encantado la portada. Y en fin, trataré de leerlo, el otro día ya me aventuré 3 o 4 páginas en fnac y me estaba gustando.
Marta, querida, con respecto al concurso, no sé si lo he entendido bien:
- Tú, personalmente, te encargarás de elegir los 5 mejores microrrelatos
- Independientemente, entre TODOS los participantes, se SORTEARÄN 5 ejemplares tuyos firmados
Es decir, los 5 ganadores ¿se pueden quedar sin libro, no?
No sé si lo he entendido...
Besitos
Pepa
Escuché tu voz por primera vez, en la entrevista de Onda Cero, cuando ya estaba de regreso en coche, por lo que le tiré de las orejas al Jefe de Casa Rivera por no anunciarlo en el Blog, ante la posibilidad de pasar a saludarte .Más aún estando luego en Coruña, pero otra vez será .
Que pases una buena velada en el Kafka y a falta de Burro vegetariano, mientras no pese mucho, le puedes ofrecer a Marta Jr un paseo en Burro cuando os acerqueis por aquí en éste burro que te escribe, por tener cierta experiencia en hacer reir a los pequeños con las burradas que se le ocurren .
Un abrazo de SEito.
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio