jueves, 11 de diciembre de 2008

De fotos

La maravillosa Concha Casajús, autora del retrato que ilustra este blog, viene a casa a hacerme fotos para el nuevo libro. Yo odio las fotos. Desde pequeñita. Cuando mi padre nos perseguía a mis hermanos y a mí con su camara, en las Navidades o en las vacaciones de verano, yo siempre ponía pies en polvorosa. Él se cabreaba un montón cuando le boicoteaba el documento gráfico de lostres hijos, pero era superior a mis fuerzas. Me aburría, me cansaba, me molestaba el sol en los ojos, y además no sabía estarme quieta. Y ahora es peor.

Para acabar de arreglarlo, justo cuando llega Concha estoy discutiendo con los del Ayuntamiento de Llanes, en Asturias, que me deben seiscientos euros desde hace ocho meses y no me pagan, no sé si porque no pueden o porque no les da la gana. Así que me amiga fotógrafa me encuentra enfadada, fastidiada, de un humor pésimo y con ganas de dar una colleja al concejal de cultura del Ayuntamiento de marras, que debe encontrar un placer morboso en putearme, o esa es la impresión que da.

Por fortuna, Concha tiene una paciencia franciscana. Me habla, me distrae, me da la razón... y después de cincuenta fotos en las que se ve que me estoy subiendo por las paredes, me sugiere poner música. John Lennon en concreto. Y entre él y Concha se obra el milagro y aparecen dos o tres fotos preciosas, una de las cuales irá a parar a la contra del libro.

"La importancia de las cosas" sale - si no ocurre nada que lo impida - el 17 de marzo. Está entregado, así que ya poco puedo hacer por la historia que ha sido sólo mía durante más de un año. Ya he visto la portada, y el texto de contra... y he visto la foto por obra y gracia del genio de Concha y la música de Lennon.

Mañana he quedado con Martín para desayunar, después de quince días sin vernos para nuestro encuentro de los jueves. Nos falta Rafael Reig, que está en La Habana con Violeta y con Edu Vilas y no vuelve hasta la semana que viene. Y ahora empiezan las comidas y las cenas de Navidad. Ayer tuve una copa en el Zayas y me tomé el primer pedazo de turrón - del duro, riquísimo - . El domingo cenamos todos los del equipo del programa de Radio Nacional, el martes nos reunimos los "friends" - una tradición que tiene ya diez años - y el sábado habrá reunión en casa. Por el medio supongo que surgirán dos o tres citas más, pero, si soy sincera, a mi me gustan estos encuentros. Ya sé que son tópicos y todo eso, pero veo a gente que me cae bien, el ambiente prevacacional es siempre bueno, casi todo el mundo está contento...

Y por cierto, hemos puesto el árbol de Navidad. Marcial dice que ha quedado muy cursi, porque está lleno de figuritas de madera y adornos nórdicos, pero a mí me parece que está precioso. Recuerdo cuando era pequeña y mis hermanos y yo revoloteábamos alrededor de mi madre, que era la encargada de decorar el abeto - mi padre se ocupaba de la iluminación - esperando que nos dejase colocar una bola o una tira de espumillón. Entonces no había tiras de corazones de tela, copos de nieve de fieltro rojo o diminutos trineos como los que puse en mi árbol esta Navidad. Aquello árboles tiernamente decorados con bolas de todos los colores y espumillón plateado ahora resultarían inverosímiles... y supongo que feos. Ahora miro mi árbol, que es elegante, sofisticado y - diga lo que diga Marcial - resulta precioso, y añoro aquel abeto de mi infancia, coronado por una especie de pirulí dorado y quebradizo que había que renovar cada dos o tres años porque siempre acababa estrellándose contra el suelo. Nuestro árbol estaba cuajado de bombillas chirriantes y cubierto de brillantes tiras de espumillón. Ahora el espumillón me parece horrible, pero entonces me encantaba pasar horas desenredando aquellas cadenetas plateadas que se enganchaban las unas a las otras.

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10 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

No desesperes Marta, que con el dinero que les va a regalar ahora Zapatero a los Ayuntamientos, seguro que los de Llanes cumplen contigo.

12 de diciembre de 2008, 1:51  
Blogger Unknown ha dicho...

¿Cúal son las cosas importantes Marta?

12 de diciembre de 2008, 4:40  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Mis mejores deseos para estas fiestas, Marta. Disfruta de ellas, tú, que puedes y sabes.

Vaya el mismo deseo para el resto de contertulios.

Un fuerte abrazo,
Pedro de Paz

12 de diciembre de 2008, 5:11  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Oye, pues sí, Pedro de Paz. Mira qué buena idea desearnos feliz Navidad on-line...
Yo también os deseo paz, amor, buen rollito y, por qué no, dinero y éxito (ya se sabe que somos oro y barro) a Marta (la anfitriona), Pedro de Paz, Pablo Núñez, y toda la colección de asíduos (muchos anonimos)que pululamos por aquí.
Que paséis buenos días y el 2009 os traiga lo mejor (de momento, el libro de Marta...)
Besos virtuales
Pepa

12 de diciembre de 2008, 6:01  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Gracias, Pepa :-) Que el nuevo año te traiga lo que has deseado para los demás multiplicado por dos.

Un abrazo,
Pedro de Paz

12 de diciembre de 2008, 6:47  
Anonymous Anónimo ha dicho...

¡Pero si todavía estamos a día 12! Y después direis que si el Corte Inglés, que si Carrefour...lo pesados que son ya desde noviembre...
Querida Marta: que bien que ya estés aquí con nosotros!
Ojalá tuviese yo de pequeña unos padres empeñados en retratarme: no poseo una sola foto mía de bebé tipo posado. Las demás son de lejos,de grupo, y de mala calidad. Sólo rescato una: rodeada de vinilos (Escobar, Molina, Niña de la Puebla y demás musicalidades de la emigración setentera) sobre una colcha hortera.
No podremos regalar tu libro por navidad...
Un besito.

Cristina.

12 de diciembre de 2008, 8:40  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Marta, por Dios, una de esas fotos para tu artículo dominical de El Progreso, seguro que os sobra alguna, y entre esta y la de Que veinte años no es nada, prefiero la del Ateneo, y mira que aquella...
Dile a Marcial de mi parte que o ¡qué bonito es el árbol! o las camisas por la ventana. Ya verás como las rifan en Chueca.
Ahora mismo llamo a tu padre para que le enseñe a Laurita su árbol, en su vida vio tantas luces de Navidad juntas, y tengo que reconocer que yo tampoco.
Es curioso lo de los niños, antes Paco era el padre de Marta, ahora es el padre de Paquito, tenéis que venir más (Susana también) o mi hija os destierra de vuestra casa.
Bicos (besos) para todos los bloggeros, tiene razón alguien por aquí arriba, como empecemos con las felicitaciones nos fichan en algún gran almacén. Pero me confieso culpable, yo he sucumbido a la tentación del arbol y tengo la casa como la de Santa Claus. Y si os apetece ver la web desde la que se entra al picar, o como se llame eso, sobre mi nombre veréis nevar sobre la muralla de Lugo, lo que me cae a mi no es caspa ¿vale? y ya os felicito las fiestas y está desde Noviembre, pero culpa culpita del que me lleva la página, yo soy un inútil para la informática y no se hacer cosas así.
Marcial, no te enfades, que hay un regalo por aquí que huele a La Habana...

12 de diciembre de 2008, 10:06  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Tiene razón Pablo: me sumo al cambio de foto de El Progreso, nunca me acuerdo de anotarlo aquí. Esa foto no invita a leer tus líneas!
Cristina.

12 de diciembre de 2008, 11:08  
Anonymous Anónimo ha dicho...

Bueno, pedro de Paz, observarás que somos unos incomprendidos. Qué le vamo a asé.
Yo, que prefiero no dejar para mañana lo que se pueda hacer hoy, esta noche, que tengo mi segunda cena de Navidad ( la primera fue el 28 de noviembre, ja, ja...qué fuerte), elevaré mi copa a tu salud y a la de "El Documento Saldaña", que por aquí está en todas las librerías
Más besos
Pepa

12 de diciembre de 2008, 22:56  
Blogger León de Biedma ha dicho...

En primer lugar, felices fiestas las que se avecinan para todos, y que lo sintáis todos en vuestras casas, alrededor de vuestros árboles y belenes. En mi casa, los niños, desde su protoinocencia, lo han confeccionado todo y lo reestructuran cada día. Cambiando los patos de sitio.Elevando una bola de rama. Serpenteando con las tiras de espumillón. Cada día es distinto en la Navidad; probablemente sea lo que nos ilumine el rostro. Que se nos ilumine el rostro, y que quede el rastro en todas las fotos que nos tiren y en las que se tiren. Que siempre debe de haber algo de importancia en cualquier cosa si es nuestra o de nuestros amigos. La amistad funda la fatriarcalidad; y a un mundo fatriarcal,de hermanos, es al que debemos aspirar siempre. Os deseo a todos, y a ti Marta, y a ti Pablo,lo mejor.

13 de diciembre de 2008, 2:52  

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