Días de muchas cosas
Muchas cosas y cosas buenas. Ayer, celebración del 40 cumpleaños de mi hermana: reunión con viejos y nuevos amigos, muchas fotos (colgaría alguna por aquí si no fuese tan torpe, recuerdos compartidos y copas hasta el alba (ahora lo estoy pagando, pues ya no estoy para estos trotes).
Si en esta reentré otoñal hay una novela verdaderamente esperada es "Freedom", de Jonathan Franzen, que llega precedida por su arrollador éxito en Estados Unidos y las bendiciones del mismísimo Barak Obama. Por mi parte, tengo muchas ganas de empezar a leerla: Franzen me fascinó hace años con su novela "Las correcciones", una fabulosa disección de las relaciones familiares - los autores anglosajones nos llevan años en cuanto a capacidad y acierto a la hora de tratar ese tema - contada con un extraño e irrepetible sentido del humor que no he vuelto a encontrar en ningún libro.
Mientras espero la llegada de Franzen, paladeo otros libros menos mediáticos que me hacen llegar, generosamente, mis amigos editores: las confesiones del joven novelista Umberto Eco, el extraordinario volumen de cuentos "Los días felices", de Roberto Hasbun que edita Duomo (un gran descubrimiento que os recomiendo) y la novela "Mi planta de naranja lima", de José Mauro de Vasconcelos, enviada por el generoso y sagaz Luis Solano, editor de El Asteroide.
Mientras espero la salida de "La vida después", me doy cuenta de que querría cambiar una palabra de la primera página. Es terrible. No lo hagais nunca: revisar un libro que está en imprenta es la peor y más absurda forma de flagelarse. Me dicen que es posible que esta misma semana pueda ver los primeros ejemplares.
Este viernes estaré en Lugo para participar en la Semana de Cine. Voy a presentar la película de la que fui coguionista, "La conjura de El Escorial", junto a director Antonio del Real. Será el momento para recordar la aventura que supuso la producción de una película que, creo, tuvo menos éxito del que merecía. Para mí fue la primera aproximación al cine por dentro, y el acto de Lugo supondrá participar en una Semana que, cuando era muy pequeña, me permitía ver dos o tres películas infantiles en una semana, cosa imposible en el Lugo de los años setenta.
Si en esta reentré otoñal hay una novela verdaderamente esperada es "Freedom", de Jonathan Franzen, que llega precedida por su arrollador éxito en Estados Unidos y las bendiciones del mismísimo Barak Obama. Por mi parte, tengo muchas ganas de empezar a leerla: Franzen me fascinó hace años con su novela "Las correcciones", una fabulosa disección de las relaciones familiares - los autores anglosajones nos llevan años en cuanto a capacidad y acierto a la hora de tratar ese tema - contada con un extraño e irrepetible sentido del humor que no he vuelto a encontrar en ningún libro.
Mientras espero la llegada de Franzen, paladeo otros libros menos mediáticos que me hacen llegar, generosamente, mis amigos editores: las confesiones del joven novelista Umberto Eco, el extraordinario volumen de cuentos "Los días felices", de Roberto Hasbun que edita Duomo (un gran descubrimiento que os recomiendo) y la novela "Mi planta de naranja lima", de José Mauro de Vasconcelos, enviada por el generoso y sagaz Luis Solano, editor de El Asteroide.
Mientras espero la salida de "La vida después", me doy cuenta de que querría cambiar una palabra de la primera página. Es terrible. No lo hagais nunca: revisar un libro que está en imprenta es la peor y más absurda forma de flagelarse. Me dicen que es posible que esta misma semana pueda ver los primeros ejemplares.
Este viernes estaré en Lugo para participar en la Semana de Cine. Voy a presentar la película de la que fui coguionista, "La conjura de El Escorial", junto a director Antonio del Real. Será el momento para recordar la aventura que supuso la producción de una película que, creo, tuvo menos éxito del que merecía. Para mí fue la primera aproximación al cine por dentro, y el acto de Lugo supondrá participar en una Semana que, cuando era muy pequeña, me permitía ver dos o tres películas infantiles en una semana, cosa imposible en el Lugo de los años setenta.
Etiquetas: "La conjura de el Escorial", "La vida después", Lugo
1 comentarios:
Estar aquí de nuevo es como volver a uno de esos bares de amigos que han tenido cerrados por reformas...
El FB no me parece lo mismo, debe ser que ya me ha pillado muy mayor.
A ver si esto se anima de nuevo y vuelven tus amigos habituales. Incluso, fíjate, hasta a ciertas presencias hostiles echaba yo en falta (ya se sabe que no hay rosa sin espinas, y contribuían a dar a estos encuentros virtuales un toque de realidad...)
Bueno, ardo en deseos de colocar tu nueva novela al lado de las otras (edición serbocroata incluida)
Un beso muy fuerte, Marta
Pepa
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