Novela nueva
Bueno, pues "La vida después" ya está en la calle. Si queréis saber algo más de la novela, visitad su web www.lavidadespues.es
Los primeros días tras la salida de una novela son raros, entre otras cosas porque todo es posible: que se convierta en un éxito. Que sea un fracaso. Por eso, lo reconozcamos o no, durante una semana o dos los escritores elucubramos con las posibilidades, hacemos seguimiento, visitamos con más o menos disimulo las librerías del barrio y hasta las secciones de libros de los grandes almacenes escrutando las estanterías y midiendo número de ejemplares a la venta, calidad de la colocación, etc, etc.
Todo eso no vale para nada, claro: se ha puesto en marcha una misteriosa maquinaria ante la que no podemos hacer nada salvo cruzar los dedos y desear suerte a nuestras pobres criaturas, que vagan por los estantes y las mesas de novedades implorando una oportunidad que solo algunos tienen... y no siempre quienes más lo merecen.
"La vida después" ya ha entrado en esa espiral incontrolable, y yo no puedo hacer nada salvo esperar noticias de mi editorial. En mi imaginación, esas noticias son a veces exageradamente buenas ("eh, hemos vendido toda la edición en cinco días y tenemos que tirar 50.000 ejemplares urgentemente")... y horripilantes ("escucha, han empezado las devoluciones... solo tus amigos han comprado el libro, y ni siquiera todos")
Luego pienso en los comentarios, en las críticas y en toda la legión de humillaciones a las que puede exponerse un autor en el siglo XXI
Pero hoy, para alegrar mi espera, recibí un mail. El mail de una lectora que me contaba su historia y me decía que gracias a un libro mío había descubierto el placer de leer.
Y entonces me di cuenta de que determinadas cosas no importan tanto como yo pensaba. Que el éxito y el fracaso son demasiado relativos y no está muy claro para que sirven. Y que, pase lo que pase, me hice escritora precisamente para recibir una carta como la que me llegó hoy.
Lo demás vendrá o no. Pero yo ya he llegado a una de las metas.
Los primeros días tras la salida de una novela son raros, entre otras cosas porque todo es posible: que se convierta en un éxito. Que sea un fracaso. Por eso, lo reconozcamos o no, durante una semana o dos los escritores elucubramos con las posibilidades, hacemos seguimiento, visitamos con más o menos disimulo las librerías del barrio y hasta las secciones de libros de los grandes almacenes escrutando las estanterías y midiendo número de ejemplares a la venta, calidad de la colocación, etc, etc.
Todo eso no vale para nada, claro: se ha puesto en marcha una misteriosa maquinaria ante la que no podemos hacer nada salvo cruzar los dedos y desear suerte a nuestras pobres criaturas, que vagan por los estantes y las mesas de novedades implorando una oportunidad que solo algunos tienen... y no siempre quienes más lo merecen.
"La vida después" ya ha entrado en esa espiral incontrolable, y yo no puedo hacer nada salvo esperar noticias de mi editorial. En mi imaginación, esas noticias son a veces exageradamente buenas ("eh, hemos vendido toda la edición en cinco días y tenemos que tirar 50.000 ejemplares urgentemente")... y horripilantes ("escucha, han empezado las devoluciones... solo tus amigos han comprado el libro, y ni siquiera todos")
Luego pienso en los comentarios, en las críticas y en toda la legión de humillaciones a las que puede exponerse un autor en el siglo XXI
Pero hoy, para alegrar mi espera, recibí un mail. El mail de una lectora que me contaba su historia y me decía que gracias a un libro mío había descubierto el placer de leer.
Y entonces me di cuenta de que determinadas cosas no importan tanto como yo pensaba. Que el éxito y el fracaso son demasiado relativos y no está muy claro para que sirven. Y que, pase lo que pase, me hice escritora precisamente para recibir una carta como la que me llegó hoy.
Lo demás vendrá o no. Pero yo ya he llegado a una de las metas.
Etiquetas: "La vida después", Marta Rivera de la Cruz
8 comentarios:
Yo no sé si esto te lo dice también la editorial, pero hay amigos tuyos que compramos varios ejemplares de tu novela por el placer de regalarla a quien queremos. Y esta, con más motivo si cabe ;-)
Gracias, una vez más, por escribir.
Besos grandes!
Marta, no sé qué dirá la crítica, ni siquiera cuál será la respuesta de los lectores. Lo que sí sé es que compré tu novela y una vez abierta me hizo olvidarme del mundo, del trabajo y de la familia y no paré hasta leer la última línea. Tienes el don de contar bien las cosas, de enganchar, de meternos en la piel de tus personajes. Estamos hartos de escritores con técnicas novedosas y demás zarandajas...queremos entusiasmarnos con la lectura, que leer sea un placer... y de verdad que a veces nos lo ponen difícil, incluso a los más entusiastas. Tú lo consigues. Magnífica, Marta, una vez más, enhorabuena. La recomendaré a todo el mundo. Un abrazo. Victoria (aunque no Van Halen)
Yo la he comprado esta mañana. Como son fiestas aquí, me he regalado un "moscoso", y me he dedicado a dar vueltas por la ciudad, disfrutando del ambientillo y de este extraño otoño-verano que estamos teniendo.
En una de esas vueltas, he pasado por mi librería habitual y, que lo sepas, el libro estaba expuesto.
Me voy rauda a la cama, que es donde mejor leo
Besitoss
Pepa
Yo también quiero regalar tu libro a todo el mundo. Lo podéis encontrar en el alcorque del árbol donde lo acabo de tirar. Que cosa mas infumable...
Vaya...el colega anterior me ha dejado de un aire...
Estooo, a mí me ha gustado mucho. Como me lo he "pulido" en 5 días, le voy a dar un repasillo.
Me encanta cómo describes los matices de las relaciones humanas.( Yo soy de los que no creen en la amistad entre un hombre y una mujer...) También me encanta tu habilidad para contar historias dentro de historias.
Me parece una novela muy cinematográfica, si cayera en manos de un muy buen director. ¿Te lo has/han planteado?
Enhorabuena, Martita. Un beso
Pepa
Ya he acabado tu nueva novela. Fantástica, como siempre.
Carlos María.
Pd: La envidia es muy mala.
Al respecto de redescubrir el placer de leer te comento que yo llevo leyendo libros desde los 10 ó 12 años, pero que gracias a tu libro "En tiempo de prodigios" conseguí que ahora dos de mis hermanas y mi madre estén continuamente pidiendome libros.
Marta, Papa Noel me trajo este año un Kindle y yo lo he estrenado comprando tu última novela. Como todas las demás, está siendo un placer leerla y será el regalo de Reyes para todas mis hermanas: 4 de tus seguidoras incondicionales desde Que veinte años no es nada (qué placer encontrarla de nuevo reeditada en edición de bolsillo, había perdido mi ejemplar prestándolo a algún amigo que no me la devolvió, y la he vuelto a leer!). Feliz año!!!
María
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